Esto no se para, esto no se para, esto no se para, esto no se para...
El inquietante paso del tiempo es una referencia constante en mi vida. Cada mañana y cada tarde, me doy cuenta de lo rápido que transcurren los días. Hace casi tres años abría http://miescondite.blogspot.com, un refugio en el que de forma irregular he ido colgando apuntes de una historia narrada en cada cena, en cada barra de bar. Hace casi tres años, también, invité a una chica rubia, preciosa, a tomar una cerveza, sin saber que me llenaría de luz para siempre. Da igual lo que haga, o donde esté, porque el mero hecho de pensar en ella me hace mejor persona. Sigo siendo un egoista, supongo, pero un egoista mucho mejor.
Han pasado muchos días, y muchas más noches desde entonces. Hemos vivido como si se nos acabaran los minutos y ahora me encuentro cansado. Algún exceso de más que pasa factura, y termina con los flequillos para siempre. Tiempo de maduración, que no siempre es bienvenido. Pero tiempo, sobre todo, de quererse. De quererse mucho. Creo que estas playas heladas me tienen que servir para recordar que todo es fugaz, que todo pasa, y a toda leche. Para colmar de abrazos a mi familia, para luchar por mis amigos y para hacerte sonreir, peque, nos pase lo que nos pase.
O como tal vez reze la parte posterior de nuestro nuevo single:
"Estas playas son la mejor excusa para abrazarnos. Para mirarnos a los ojos y seguir sintiendo la enorme complicidad. Para seguir queriéndonos."
